JUCIL critica que se gaste más de 500.000 de euros en sustituir guardias civiles reales por otros virtuales en un medio rural cada vez más despoblado
La asociación profesional pedirá en el próximo Consejo de la Guardia Civil que se amplíen las plazas en las próximas convocatorias para que entre más plantilla que pueda acometer, junto a los vecinos de las áreas menos pobladas, los muchos problemas a los que se enfrenta la España vaciada
JUCIL considera un sarcasmo que se hable de penuria de medios cuando la contratación de personal en la Administración pública ha crecido más que nunca en los cuatro últimos años al tiempo que disminuía la plantilla de guardias civiles
La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) considera que la convocatoria de un concurso para instalar diez postes en distintos puntos de España en la que dos guardias civiles virtuales, uno de sexo masculino y otro femenino, atiendan las demandas de los ciudadanos. JUCIL critica este dispendio en gastos, ya que la cantidad prevista equivale al salario de más de una decena de guardias civiles reales que podrían atender a estas mismas personas de forma presencial.
Los seis representantes de JUCIL en el Consejo de la Guardia Civil, donde esta asociación cuenta con la representación mayoritaria que le otorgaron los compañeros en las urnas, presentarán en el Pleno del próximo 28 de septiembre una petición para que en los Presupuestos Generales del año 2024 se amplíe de forma considerable la convocatoria de plazas para nuevos guardias civiles. No tiene sentido que se reduzca la plantilla, mientras se anuncian gastos en compra de proyectos virtuales que, más allá del impacto visual y llamativo en los medios de comunicación, poco podrán resolver los problemas que sufren los vecinos de las áreas despobladas de España, cada vez más abandonados a su suerte. Ahora — no es que ni siquiera habrá nadie en el cuartel al menos durante unas horas al día, es que lo que le atenderá será un monigote — un dibujo animado, un robot eso sí ¡vestido de guardia civil!
Somos 17.000 guardias civiles menos de los que se prevén en el catálogo oficial
La situación de precariedad de las plantillas, reflejada todos los días en la retirada de días de descanso (DAS), en los dobletes impuestos por las jefaturas o en que hasta los de Atestados se vean obligados a formar patrullas mixtas (así lo denuncian los compañeros de Alcañiz, que aseguran que la goma ya no estira más).
A pesar de esta precariedad, los recursos, tan escasos en todas las áreas de la Guardia Civil, se destinan ahora a un proyecto que dejará aún más desvalidos a los residentes en las áreas rurales de la España vaciada, tan ciudadanos como el resto de Españoles, pero despojados de derechos tan fundamentales como el de la seguridad.
¿Quién ayudará en las próximas inundaciones, el agente virtual masculino, el femenino, o ambos?
En los últimos cuatro años ha crecido de forma exponencial la cifra de funcionarios y empleados públicos. Sin embargo, la Guardia Civil contabiliza un saldo de efectivos negativo. Quizás en la próxima pelea multitudinaria como las que se han registrado este año en las fiestas de algunos de los pueblos de España, o para ayudar a los vecinos en apuros en medio de las inundaciones como las que se han sufrido esta semana pueda intervenir alguno de esos nuevos guardias civiles virtuales. O quizás en próximos días se propongan también postes de bomberos forestales virtuales para colaborar en la extinción de incendios en los montes. El resultado para los españoles afectados por peleas, por violaciones grupales, por violencia en el ámbito familiar, por robos, incendios… será trágico, pero es probable que el coste será muy barato para quienes gestionan los presupuestos generales.
Espacios cada vez de mayor peligro
JUCIL clama desde hace tiempo por el aumento de la presencia de guardias civiles en el territorio español, que cada vez se vuelve más peligroso para quienes toman la decisión de residir en áreas poco habitadas y que ven que, pese a que pagan sus impuestos y son ciudadanos con los mismos derechos que el resto de los españoles, son abandonados casi a su suerte, sin que puedan contar ni siquiera con la ayuda de los guardias civiles, que han sido, desde su creación, una parte sustancial y vertebradora del Estado. Donde hay un cuartel de la Guardia Civil, allí está España y se respetan los derechos y libertades de los españoles.