JUCIL

23/06/2023 – Situación en Melilla

Volverá a pasar, un año después del último y trágico asalto a la valla de Melilla todo sigue igual y en JUCIL lo denunciamos públicamente

La asociación profesional resalta que la tragedia sufrida el año pasado puede repetirse en cualquier momento y como entonces, será el cuerpo de una veintena de guardias civiles el último obstáculo frente la marea para entrar en España en muchos casos de forma violenta de cientos de inmigrantes
JUCIL defiende los derechos laborales de los guardias civiles y entiende las ansias de mejorar de sus vidas de quienes pretenden acceder a la frontera sur de Europa, pero no comprende que quienes actúan con métodos violentos para hacerlo sean premiados con permisos de residencia, lo que provoca un efecto llamado para que se registren nuevas avalanchas humanas

JUCIL lo ha dicho claro, es muy posible que lo que ocurrió hace un año, un intento de asalto a la valla fronteriza de Melilla que finalizó con numerosos inmigrantes muertos aplastados por la avalancha humana que trataba, por todos los medios, de superar el obstáculo, algunos de ellos con inusitada violencia y que provocaron en la parte española de la frontera numerosos heridos entre los guardias civiles que intentaban controlar este tsunami. “Estamos en circunstancias similares, en el monte Gurugú, cerca de la frontera, se contabilizan en torno a 1.800 inmigrantes subsaharianos y no es descartable que en cualquier momento se intente un asalto a la valla”, ha declarado en distintos medios nuestro secretario general, Ernesto Vilariño, quien ha recogido en los últimos días el sentir y la opinión de compañeros destinados en Melilla.

 

“Nada ha cambiado, todo sigue igual”

 

Un año después, y pese a las promesas incumplidas del ministro del Interior, nada ha cambiado. Cada turno, de ocho a diez compañeros de Seguridad Ciudadana y una docena de antidisturbios son los responsables del control de los 12 kilómetros del vallado perimetral y del paso fronterizo. Sus cuerpos son la última defensa de España, de la frontera sur de Europa, frente a las avalanchas de inmigrantes en ocasiones dispuestos a todo por entrar y que que no dudan en utilizar contra los guardias civiles los garfios y palos de que se sirven para superar las vallas.

 

Seguimos sin equipos y sin personal suficiente

 

Ha pasado un año y nada, nada ha cambiado. Seguimos sin material antidisturbios y solo han traído un centenar de cascos que se comparten entre los compañeros que participan en estos servicios, pero seguimos con los mismos escudos, muy deteriorados después de lo ocurrido el año pasado. En cualquier momento puede producirse una nueva tragedia y de nuevo, los guardias civiles serán también víctimas de una situación que los políticos no parecen dispuestos a resolver. Sólo con la aplicación de las normas que impiden que quienes llegan a España por métodos violentos puedan obtener ningún permiso para permanecer en territorio nacional se evitaría el efecto llamada que ahora hace que miles de inmigrantes estén dispuestos a lo que sea, incluso al uso de la violencia, si finalmente su objetivo se logra.

 

En JUCIL lo advertimos: VOLVERÁ A PASAR

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