JUCIL logra que llegue a todos los medios de comunicación la grave situación que sufren los guardias civiles en la patrullera Río Tajo con 168 migrantes a bordo
La presión ejercida sobre las autoridades mediante la difusión de lo ocurrido en la embarcación obliga a que se tomen medidas para desembarcar en Mauritania a los migrantes rescatados de un cayuco
La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil, JUCIL, está al lado de los guardias civiles que componen la tripulación de la patrullera Río Tajo, en la que 168 migrantes intentaron un motín el sábado pasado cuando conocieron que iban a ser desembarcados en un puerto de Mauritania, en el norte de África.
JUCIL ha desplegado este domingo último todos los servicios de que dispone para que los medios de comunicación recogieran lo ocurrido a bordo de la nave, la grave situación en la que se encuentran los tripulantes de la misma en una pequeña embarcación con casi dos centenares de hombres jóvenes, todos en edad militar, y sin que las autoridades españolas ni los responsables de la misión Frontex tomaran las decisiones adecuadas para el desembarco seguro de estos migrantes, rescatados poco antes de un cayuco a punto de naufragar frente a la costa africana que vigilan las embarcaciones de la Guardia Civil.
JUCIL ha desarrollado a lo largo de la jornada del domingo una intensa tarea de información para que todos los medios de comunicación dispusieran, no sólo de los datos necesarios para conocer qué ocurría a bordo de la Río Tajo, sino también de la preocupación que sentíamos por los tripulantes de esta nave en medio de una tensión que hacía presagiar nuevos motines de los rescatados para evitar ser desembarcados en Mauritania.
Así, hicimos llegar una Nota de Prensa a todos los medios de comunicación españoles, ampliamente recogido por las principales emisoras de radio (SER, COPE, RNE…) en el que dejábamos clara cuál es la labor de la Guardia Civil y de sus integrantes: proteger la Frontera Sur de Europa, y evitar que las tripulaciones de guardias civiles se conviertan, sin desearlo, en los conductores de una agencia de viajes que, a gusto del migrante rescatado, los trasladen hasta el destino que mejor les plazca.
La presión ejercida y la difusión a través de los medios de lo que sucedía en la Río Tajo ha logrado que las autoridades españolas y la misión Frontex cambien su decisión inicial de trasladar a todos los migrantes hasta las Islas Canarias por la de desembarcarlos en algún puerto de Mauritania, ya que la nave sigue ahora fondeada frente a las costas mauritanas.
JUCIL sigue muy de cerca el desarrollo de estos acontecimientos y espera para ellos un final que preserve, sobre todo, la seguridad de los guardias civiles que llevan días en medio de casi dos centenares de inmigrantes a los que apenas se puede alimentar y atender en sus necesidades mínimas en un espacio tan reducido como el de una patrullera. Por este motivo, seguiremos atentos para que, también en este caso, los guardias civiles puedan desarrollar su labor, de la que se sienten orgullosos, con absoluta seguridad y sin riesgos añadidos a la ya de por sí penosa tarea que desarrollan en muchas ocasiones.
En defensa de la vida y de los derechos de todas las personas
JUCIL reivindica una actividad digna y segura para todos los guardias civiles, lo que exige que tanto desde la misión Frontex como desde la Administración española se aclaren, de forma tajante, cuáles son las condiciones de rescate de embarcaciones de migrantes frente a las costas africanas y el destino de estas personas en un puerto, cercano y seguro. Somos defensores de los derechos humano, entendemos las difíciles situaciones en las que muchas personas deciden intentar una vida distinta en Europa, pero el mensaje no puede ser el que cualquier método vale. La violencia y la entrada irregular, no reglada, pueden provocar graves consecuencias, como ya hemos vivido en momentos anteriores.